Espacios naturales
Euskal Herria cuenta con una serie de espacios naturales de gran valor que las leyes recogen y protegen como reserva de la Biosfera, parque natural o biotopo protegido, conforme a criterios científicos, ecológicos, paisajísticos, culturales y/o sociales.
El valle del Leitzaran, con una extensión de 74 hectáreas, está atravesado por el río del mismo nombre, muy sinuoso y rodeado de un bosque característico cuya continuidad y estructura son ya casi inéditos en los ríos de la vertiente cantábrica de Euskal Herria, fuertemente deteriorados. A pesar de la aparente deshumanización del valle, abundan los restos prehistóricos y desde siempre se ha practicado activamente el pastoreo, aunque lo más destacable del río es el aprovechamiento que de él se hizo mediante las ferrerías en las que se obtenía hierro. Para transportar el mineral se construyó un ferrocarril de vía métrica desde las minas (situadas cerca del lugar denominado Plazaola) hasta Andoain.
El parque natural de Urkiola es un espacio protegido situado en el extremo sur oriental de Bizkaia y norte de Araba, con una extensión de 5.958 hectáreas. Las cumbres de Urkiola han fomentando una gran afición al montañismo y senderismo. Las escarpadas paredes de Astxiki, Urrestei, Alluitz, son el escenario apropiado para la escalada y vivero de grandes alpinistas vascos. Anboto, su cumbre más alta (1.330 m.), es muy visitada.
El macizo calcáreo de Aralar, con una superficie de 10.971 hectáreas (unos dos tercios en Nafarroa y el resto en Gipuzkoa), representa una de las áreas montañosas más destacadas de Euskal Herria, en altura y extensión. También en cuanto a sus valores ecológicos, su patrimonio megalítico y su uso agropecuario: Aralar es una de las zonas de pastoreo más importantes de Gipuzkoa y Nafarroa, con protagonismo de la oveja latxa.
El valle salado de Añana es una salina de interior, que aprovecha cuatro manantiales de agua salada que brotan en la parte más alta de este valle. En él se encuentran numerosas eras que se llenan con estas aguas, dejándose secar al sol para obtener sal. La explotación de sal está documentada arqueológicamente desde hace más siete milenios, lo que la convierte en la salina en activo más antigua del mundo. Actualmente, su actividad productiva se complementa con usos culturales y turísticos.
El Parque Natural de Izki se encuentra situado en la Cuadrilla de Mendialdea, al sureste de Araba, y posee una extensión de 9.143 hectáreas. Alberga una enorme diversidad de paisajes, aunque esencialmente, Izki es bosque y roca. Pequeños ríos surcan el valle, y en algunos puntos aflora el agua formando charcas, trampales e incipientes turberas. En estos humedales, aparte de una interesante fauna de anfibios y aves, se desarrolla una valiosa flora. En el cielo, planean por encima del bosque águilas reales, halcones peregrinos, alimoches y buitres, que descansan y crían en los majestuosos cortados calizos de las cumbres de Izki.
El estuario de Urdaibai es un área natural formada en la desembocadura del río Oka, en la comarca vizcaina de Busturialdea. Ocupa una superficie de 23.000 hectáreas y, atendiendo a su extensión y grado de conservación, es el humedal más importante de Euskal Herria y una relevante área de reposo e invernada para las aves migratorias.
Situado en las inmediaciones del casco urbano de Zarautz, el Biotopo Protegido de Iñurritza constituye uno de los campos de dunas más extensos y mejor conservados del litoral vasco. Tiene una superficie total de 177.200m2, la mayoría de los cuales están ocupados por las instalaciones del Club de Golf de Zarautz. Pese al deterioro sufrido por encontrarse en un entorno muy humanizado, atesora elementos naturales de gran interés. El paisaje dunar se encuentra asociado a otros ambientes típicamente costeros, como son los acantilados o la costa rocosa, así como la marisma y el estuario ligados a la desembocadura de la regata de Iñurritza.
El Parque Natural de Gorbeia se sitúa en el tramo centro-occidental de los montes de la divisoria de aguas cántabro- mediterránea. Con una extensión de 20.016 hectáreas, se trata de una gran área montañosa compartida por Araba y Bizkaia, siendo la cumbre del propio monte Gorbeia (1.480 m.) límite entre ambos territorios. Gorbeia es un tradicional punto de referencia del montañismo vasco. El atractivo de cimas como Gorbeia, Aldamin, Oketa o Berretin, la calidad y espectacularidad de sus paisajes, unido a la situación estratégica del macizo respecto a zonas urbanas próximas, han hecho de esta sierra una de las más frecuentadas.
Este entorno protegido de 65 hectáreas, clasificado como Área natural sensible, está ubicado en los acantilados de Hendaia. Azotado por los vientos marinos, la zona alberga una vegetación típica de brezales y una gran biodiversidad, con muchas especies de aves que anidan y migran. La antigua casa del científico Antoine d’Abbadie se encuentra en el corazón de este gran parque.
Las Bardenas Reales de Nafarroa constituyen un paraje semidesértico de 41.845 hectáreas que se extiende por el sureste de este territorio. Ostenta las figuras de reserva natural y reserva de la Biosfera y constituye un territorio singular, en cuanto a su composición geológica como a su propiedad y administración. En su interior se esconden interesantes muestras de fauna y flora esteparia, así como formaciones geológicas únicas (Castildetierra) que sirven de modelo para explicar los procesos erosivos.
Las Sierras de Urbasa y Andia (20.950 hectáreas de Parque Natural) se configuran como un espacio natural dotado de un amplio conjunto de valores geológicos, biológicos, ecológicos, estéticos, paisajísticos, arqueológicos y socioculturales. Se trata de un altiplano en el que confluyen el mundo atlántico, que penetra por la cara norte, y el mediterráneo, que lo hace por el sur. Todo ello conforma un sugestivo paisaje de robles, hayas, quejigos, encinas y pastizales en el que habita una fauna valiosa por su diversidad. El parque es un modelo de paisaje kárstico y en este territorio se preserva buena parte de los recursos hídricos de Nafarroa, pues constituye un gran embalse subterráneo, cuyo drenaje natural fluye al exterior a través de nacederos tan espectaculares como el de Urederra.
El macizo de Itzina (571 hectáreas) se encuentra en el interior del Parque Natural de Gorbeia y constituye un magnífico ejemplo de formación kárstica, fenómeno geológico muy presente en la orografía y paisaje de muchas montañas vascas. El interior del macizo es un gran laberinto de simas circundadas por elevaciones rocosas agrietadas y resquebrajadas. El paisaje, sobre todo en otoño cuando las hayas adoptan sus tonos rojizos, es sencillamente magnífico. Entre las cuevas destaca la de Supelegor (una de las casi 500 cavidades excavadas por el agua en el macizo del Gorbeia), morada de conocidos personajes de la mitología vasca.
La franja costera situada entre las localidades de Deba y Zumaia comprende unos 8 kilómetros de acantilados, un lugar donde las montañas descienden de forma abrupta hacia el mar creando un fenómeno peculiar, la «rasa mareal» esculpida poco a poco en el mundialmente conocido Flysch y que permite asomarse al periodo de transición entre el Cretácico y el Terciario. Además, este tramo incluye uno de los ecosistemas marinos más ricos de todo el litoral vasco. Forma parte del Geoparque de la Costa Vasca que abarca también la costa de Mutriku hasta el límite con Bizkaia.
El Biotopo Protegido de Meatzaldea. Zona Minera de Bizkaia abarca una superficie de 957,5 hectáreas, correspondiente a los términos municipales de Galdames y Güeñes. Resulta significativo que uno de los atractivos de esta zona a nivel geológico sea la huella dejada por el ser humano. Y es que la estructura de filones propia de las calizas ha dado lugar a un paisaje singular protagonizado por las espectaculares cortas mineras nacidas del vaciado de esos filones de hierro. A estas cicatrices, de gran atractivo paisajístico, dejadas por la extracción del hierro, se suma el karst, de gran valor natural.
El Parque Natural de Pagoeta es un espacio natural protegido que se sitúa en el territorio histórico de Gipuzkoa, con una extensión de 1.335 hectáreas. El parque incluye, como núcleo central, las fincas de la Diputación Pagoeta y Altzola. Muestra una sucesión de suaves montañas con bosques y praderas que alcanzan hasta la costa. La proximidad del mar y la diversidad de orientaciones y tipos de suelo hacen que la vegetación, siempre verde por influjo del clima atlántico, sea tremendamente variada.
El Parque Natural de Valderejo, situado en el extremo oeste del municipio de Valdegovía, ocupa un valle semicircular rodeado de imponentes crestones calizos. Posee una extensión de 3.496 hectáreas en una península que se adentra en el noreste burgalés. El acceso al parque se realiza desde Lalastra donde se encuentra el Centro de Interpretación del parque natural de Valderejo. Al norte del parque natural se dispone la cuenca del río Purón, con un valle amplio en la zona alavesa cuyo aislamiento y escasa población ha permitido una magnífica conservación de su patrimonio natural en flora y fauna.
El parque natural de Aiako Harria se encuentra en las estribaciones de los Pirineos, en el extremo oriental de Gipuzkoa. Tiene una extensión de 6.913 hectáreas, y destaca por su inconfundible silueta montañosa, cuya altitud máxima corresponde a Aiako Harria, con 837 metros, y la mínima a la parte baja del Bidasoa (6 m). Destaca dentro del parque el complejo minero de Arditurri explotado desde época romana y asociado al puerto de Oiasso, aunque se estima que antes de la llegada de estos ya se explotaba el yacimiento.
En el valle de Erronkari, en la puerta de acceso a las cumbres más altas del Pirineo navarro, la reserva natural de Larra- Aztaparreta constituye una de las formaciones kársticas más extensas de Europa. Su paisaje de rocas calizas salpicadas de pinos negros transmite una belleza singular. En el interior, más de 3.000 simas y kilómetros de galerías y ríos subterráneos para disfrute de los espeleólogos.
Las lagunas de Laguardia son un conjunto de cuatro humedales localizados en las inmediaciones de la localidad alavesa de Laguardia, en el centro de la Rioja Alavesa. Tres de los humedales –Carralogroño, Carravalseca y Musco– son lagunas temporales, de origen natural, mientras que el cuarto, El Prao de la Paúl, es un pequeño embalse creado sobre una antigua zona encharcada. Este complejo lagunar es extraordinariamente interesante, tanto desde el punto de vista geológico como por la flora y fauna peculiar que acoge.
El Parque Natural Señorío de Bertiz tiene una superficie de 2.040 hectáreas y está situado en el término municipal de Bertizarana, en el norte de Nafarroa, a orillas del río Bidasoa. El parque constituye un conjunto singular por su paisaje, siendo uno de los pocos valles del entorno que dispone de una cubierta arbórea completa y continua. Presenta un alto gradiente altitudinal, pues en tan solo seis kilómetros de distancia se superan los 700 metros de desnivel entre las orillas del Bidasoa y el pico de Aizkolegi. Su vegetación y fauna son representativas de los valles prepirenaicos de influencia atlántica, aunque no existen especies endémicas.
El macizo de las peñas de Itsusi, catalogado como reserva natural, se ubica en los confines del valle del Baztan. Se trata de una reserva natural formada por numerosas comunidades vegetales de carácter atlántico, características de la Nafarroa húmeda. Predominan hayedos y robledales. Respecto a la fauna, destaca la presencia de una importante colonia de buitre leonado, al igual que otras especies de aves nidificantes.
El Parque Ecológico de Plaiaundi se encuentra emplazado en el área comprendida entre el río Bidasoa y la regata de Jaitzubia, en un entorno con vistas a la Bahía de Txingudi, en pleno contacto con el núcleo urbano de Irun. Este excepcional enclave sirve como refugio para las aves migratorias y, en la actualidad, constituye un espacio de valor naturalístico internacionalmente reconocido que queda integrado en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Txingudi y el Lugar de Interés Comunitario (LIC) Txingudi-Bidasoa. Cuenta con 24 hectáreas de extensión; consta de dos lagunas interiores conectadas con el ritmo mareal a través de un sistema de compuertas, y una playa intermareal, además de una laguna de agua dulce. En la entrada del Parque se sitúa el Centro de Interpretación, donde se organizan visitas guiadas para grupos.
Situado en el extremo occidental de Bizkaia, en el límite con Cantabria, el parque natural de Armañón o Ranero constituye un macizo montañoso relevante en el paisaje de Enkarterriak. Se extiende entre los desfiladeros de los ríos Karrantza y Agüera, en una sucesión de terrenos colinos y montañosos de carácter eminentemente rural que ocupan una superficie de 2.996 hectáreas. El subsuelo está surcado por más de 200 cuevas y simas, entre las que destacan la cueva de la Torca del Carlista, una de las mayores cavidades de Europa, así como la cueva de Pozalagua y su muestra de estalactitas excéntricas.
La sierra de Aizkorri-Aratz alberga las más altas cumbres de la divisoria de aguas cántabro- mediterránea (Aitxuri 1.551 m), así como otras que conforman un macizo de gran atractivo y un punto de referencia para el montañismo vasco. Comprende unas 16.000 hectáreas, de las cuales 13.000 corresponden a Gipuzkoa y 3.000 a Araba. Desde el punto de vista geológico y paisajístico se distinguen netamente dos zonas: las abruptas y rocosas crestas calizas, que pueden incluir llanuras de pastos en el valle como Urbia, y los encadenamientos de lomas y collados silíceos cubiertos de vegetación y dejando apenas ver la roca.
El Biotopo Protegido de Gaztelugatxe (158 hectáreas) abarca un tramo de la costa vizcaína comprendido entre las cercanías de Bakio al oeste y el cabo de Matxitxako (Bermeo) al este. Se caracteriza por albergar un islote unido al continente por un puente de dos arcos. Sobre la isla hay una ermita dedicada a San Juan que data del siglo X. Dicha ermita se edificó sobre los restos de un castillo adscrito al Reino de Nafarroa y que fue asediado, sin ser tomado, por las tropas castellanas. En el biótopo se encuentra también la isla de Aketxe, un santuario para las aves marinas gracias a la escasa presencia humana.