Leitzaran
El valle del Leitzaran, con una extensión de 74 hectáreas, está atravesado por el río del mismo nombre, muy sinuoso y rodeado de un bosque característico cuya continuidad y estructura son ya casi inéditos en los ríos de la vertiente cantábrica de Euskal Herria, fuertemente deteriorados. A pesar de la aparente deshumanización del valle, abundan los restos prehistóricos y desde siempre se ha practicado activamente el pastoreo, aunque lo más destacable del río es el aprovechamiento que de él se hizo mediante las ferrerías en las que se obtenía hierro. Para transportar el mineral se construyó un ferrocarril de vía métrica desde las minas (situadas cerca del lugar denominado Plazaola) hasta Andoain.