Pirinioaurrea

Ikustekoak

La iglesia gótica de San Miguel Arcángel en Agoitz se levantó sobre los restos de un templo románico. Alberga un pila bautismal del siglo XV, así como un magnífico retablo mayor y dos tallas realizadas por Juan de Anchieta. Camino de Gendulain se encuentra la ermita de San Román, de gran interés histórico, ya que en ese enclave se firmó la paz entre agramonteses y beaumonteses, clavando ambos rivales sus espadas en el suelo. Por su parte, la ermita de la Nieves de Orotz-Betelu tiene un gran valor sentimental para quienes viven en Orotz, que tradicionalmente suben en procesión el primer domingo de mayo. El mismo día suben a la virgen a la ermita de Santa Bárbara en Elo, donde permanece todo el verano para proteger las cosechas. Tras las fiestas patronales, la bajan a la iglesia de la Natividad, que preside la villa.

El Castillo de Elo (s. XIII) fue residencia de monarcas en el antiguo Reino de Nafarroa. Fue derruido en 1512 y aún hoy se pueden observar algunos restos de las construcciones. En Agoitz, el palacio renacentista de Argamasilla (s. XV) es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil navarra. Fue solar de nobles caballeros y en él pernoctaron entre otros el Rey Juan de Albret o Ramón de Valle Inclán. La casa- palacio Garmendia, en Orotz, es un hermoso ejemplar de arquitectura montañesa.

El pasado industrial de Olaldea está presente. Allí hubo una ferrería, que contribuyó a que la población creciera y Orotz se independizara y, tras su cierre, también existió una fábrica de papel. Pero su recorrido fue breve, debido a su baja rentabilidad. Orotz y Olaldea fueron de los primeros pueblos de Nafarroa con luz eléctrica en sus calles y casas, gracias a la instalación de una central hidroeléctrica que suministraba electricidad a la fábrica de La Papelera.

Desde Orotz-Betelu se accede al monte La Corona (1.387m). En varias zonas del camino, pero principalmente en la cima, se pueden ver restos megalíticos. El menhir Berraburu, en la ladera izquierda, es uno de los más grandes de Nafarroa. Desde Agoitz, por su parte, existe un sendero que conduce a la necrópolis de Induriaga, desde donde se divisa una buena panorámica sobre el embalse de Itoitz.

Cabe mencionar el barranco de Diablo Zulo, a los pies de Higa (Elo), así como el robledal de Betelu, uno de los bosques de mayor interés en Europa y el más importante de toda la Península Ibérica en su especie.

No puedes irte de Pirinioaurrea sin probar la costrada, seña de identidad de Agoitz.