Debabarrena

Ikustekoak

En Debabarrena, concretamente en la localidad de Deba, se encuentran las cuevas de Ekain, santuario pictórico del paleolítico. Está considerado como uno de los principales santuarios prehistóricos de Europa junto a Lascaux, Niaux y Altamira, una denominación de la UNESCO que la convirtió en Patrimonio de la Humanidad. En cuanto a los monumentos arquitectónicos de la comarca, destaca el palacio Galdona (s.XVII), una bella construcción barroca, situada en Mutriku. También de ese estilo son el palacio Zabiel y el de Arrietakua; este último conserva aún su estructura interior original, lo cual permite al visitante trasladarse al siglo XVIII. Otros exponentes de este tipo de edificio en la misma localidad costera son los palacios Montalivet, Olazaharra Mizkia y Zabiel.

En Soraluze, por su parte, se encuentran la casa Jauregi, palacio de la segunda mitad del siglo XVIII, de transición barroco-neoclásica, y el de Zupide, un bello modelo de casa-palacio renacentista.

En Eibar, en cambio, se puede apreciar el palacio de Iñarra, también conocido como Aldatze o Elexalde.

En lo que se refiere al patrimonio artístico-religioso de la comarca, destacan los monumentales templos de Santa María, joya del gótico vasco, en Deba, así como los santuarios marianos de Itziar, Arrate o Ezozia.

En Mutriku, por su parte, merece la pena visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los máximos exponentes del neoclásico guipuzcoano y el convento Santa Catalina. En Soraluze, en cambio, destaca la iglesia parroquial (s. XIII), así como su precioso pórtico, ejemplar del arte popular vasco construido en 1666.

En Elgoibar son de especial interés la parroquia San Bartolomé, que tiene una influencia arquitectónica escurialense de los siglos XVII y XVIII, y el convento de Santa Clara (1734). La localidad armera de Eibar también cuenta con edificios religiosos emblemáticos, como el Santuario de la Virgen de Arrate o la iglesia de San Andrés.

El municipio de Deba, por su parte, cuenta con el convento de Sasiola (s. XVI), de estilo renacentista. En Mendaro, por último, se pueden visitar las iglesias de Nuestra Señora de la Asunción y la de la Inmaculada Concepción.

Las ermitas son, además, un elemento arquitectónico característico de la comarca. En Soraluze, por ejemplo, podemos encontrar varias como la de San Roque, la de San Meteri y San Celedón, la de San Andrés y la de San Esteban, entre otros. En Elgoibar, en cambio, destacan las ermitas de Idotorbe, la de Sallobente-Ermuaran, y la de Azkue. En Deba, por su parte, se pueden visitar las ermitas de Santa Cruz, San Roque, San Sebastián de Elorriaga, la de Santa Catalina o la del Salvador.

En Mendaro, por último, se encuentran varias ermitas como las de la Santísima Trinidad, la más antigua de la villa y del valle (1105), o la de Santa Ana, con su posición eminentemente estratégica.

Asimismo, abundan en la comarca las casas torre, edificios característicos de la zona. En Mutriku, en concreto, la casa torre Luardo, con su inconfundible sabor gótico; la casa torre del muelle; así como la torre Berriatua, también de estilo gótico, la mejor conservada de Gipuzkoa.

Por su parte, en Soraluze existen casas torre como la de Agirregaraikua, con distintivos elementos arquitectónicos medievales como modillones de lóbulos y puertas de acceso a diferente altura. En Elgoibar, además, es posible visitar la casa torre de los Alzola, declarada en 1969 monumento histórico-artístico de Gipuzkoa. En Eibar, por último, destacan las casas torre de Unzueta o la de Markeskua, sede actual de UEU (Udako Euskal Unibertsitatea). Otra edificación de marcado interés turístico es el balneario de Altzola, en Elgoibar, inaugurado en 1901 como el Gran Hotel Balneario de Altzola, y donde años después se crearía la fábrica embotelladora de agua mineral natural que actualmente existe.

En lo que se refiere al entorno natural, cabe destacar que las localidades costeras de Deba y Mutriku son un encanto para los sentidos del visitante. Ambas forman parte del Geoparque UNESCO de la Costa Vasca. La franja costera del lugar está formada por espectaculares acantilados, y en ese enclave se puede observar la impresionante formación geológica conocida como Flysch.

En ese sentido, la comarca de Debabarrena es el lugar idóneo desde donde poder disfrutar de este patrimonio natural. En Deba, por ejemplo, están ubicados los acantilados de Sakoneta y Mendata. Y no sólo eso; la zona cuenta con un gran interés biológico, ya que es abundante en flora y fauna marina.

En Mutriku, por último, el lugar más propicio para disfrutar del Flysch es la bella playa de Saturraran. Está situada al oeste del núcleo urbano, y en la propia playa se pueden observar curiosas formaciones rocosas. Desde allí es posible llegar a pie a la zona de las Siete Playas, un lugar de rasa mareal compuesta por pequeñas calas.

No te puedes marchar de Debabarrena sin visitar la impresionante casa torre Luardo en Mutriku, una auténtica joya arquitectónica de las tierras vascas.