Urola Kosta

Ikustekoak

Los caseríos de Urola Kosta son un ejemplo de la vida rural de la zona. Entre otros, son de destacar en Aia Aizpitarte, Altzibar y Gorostiola del siglo XVII, o Iturriotz y Mañarinzelai, ambos del siglo XVI.En lo referente a palacios destacan en Zumaia el de Foronda, actualmente utilizado como casa de cultura, biblioteca, sala de exposición o lugar de ceremonias, así como el palacio Olazabal, edificio del siglo XVII en el que destaca la fachada principal realizada en sillería de arenisca con dos grandes escudos.

En Getaria, por su parte, destacan el palacio Aldamar, ejemplo de la arquitectura balnearia de finales del siglo XIX; el de los Romero-Echave-Asu, de estilo neoclásico, o el de Indianokua, el cual evidencia su carácter barroco, así como el poder económico de sus propietarios.

Zarautz es otro ejemplo donde poder encontrar bellos palacios. Entre otros destacan el palacio de Narros, construido en 1536, el cual cuenta con un bonito jardín y una fachada señorial; el de Portu; la casa Ebro; la Casa Makatza, uno de los edificios más antiguos de la villa; Sanz Enea, edificado en el siglo XIX y diseñado por el arquitecto francés C. H. Besoin; o Zeleta Berri (Villa Munda). Estas dos últimos son inequívocas muestras de la arquitectura de palacio del siglo XIX. La arquitectura de carácter religioso también es abundante en Urola Kosta.

En Zumaia, por ejemplo, destaca la iglesia parroquial de San Pedro, construida tras la fundación de la villa en 1347 y la cual ha estado ligada al antiguo monasterio de Santa María, documentado ya en el siglo VIII. En ese mismo pueblo se encuentra la Iglesia de Santa María de Arritokieta, así como la famosa ermita de San Telmo, situada sobre el acantilado formado por el flysch, y que está dedicada al patrón de los marineros.

En Aia caben mencionar la iglesia parroquial de San Esteban, reconstruida y ampliada en distintos siglos o la iglesia de San Miguel Arcángel. Asimismo, merecen visita las ermitas de Aizpeako Andre Maria, edificada en el siglo XV; la ermita de San Pedro, obra de Andrés de Araoz; la de Santiago de Arrazubia; la de San Pablo; la de San Román de Alzola; la de San Martín de Urdaneta o la de San Juan Bautista de Iturriotz.

En Orio, en cambio, son destacables la Iglesia de San Nicolás de Bari (s. XVII) y las ermitas de San Martín de Tours y la de San Pablo.

La iglesia de Santa María la Real en Zarautz fue construida a finales del siglo XV, mientras que el convento franciscano de Juan Bautista y el de Santa Clara son ambos del siglo XVII. En lo que se refiere a las ermitas es de destacar la de Santa Marina. La iglesia San Salvador de Getaria, en cambio, está considerada una de las joyas góticas de Hego Euskal Herria, y desde 1895 ostenta el título de Monumento Nacional. En esa misma localidad podemos encontrar, además, la ermita de San Prudencio o la parroquia de San Martín de Askizu, claro ejemplo del gótico rural de Gipuzkoa. Tratándose de villas costeras abundan en la comarca las casas torre.

En Zarautz la torre Luzea representa un gran ejemplo del gótico civil de Euskal Herria, y en Getaria, la casa torre de los Ochoa e Ibáñez de Olano atesora un gran valor artístico e histórico. En esa misma localidad se encuentra, además, la torre Aldamar, que era conocida como “La Atalaya” a principios del siglo XVII. En Zumaia, por su parte, se encuentra la torre Ubillos (s. XV), con una mezcla de estilos renacentista y barroco.

Getaria, además, fue el pueblo natal del navegante Juan Sebastián Elkano, nacido en el año 1487. En ese sentido, cabe mencionar que en su honor se crearon varias obras artísticas de interés en la localidad, como son las estatuas situadas en frente de la casa consistorial y el puerto, así como el monumento con vistas a la costa, proyecto escultórico obra de Victorio Macho y de estilo art déco.

La diversidad natural es otra de las características de la zona. En Zumaia se puede apreciar el flysch, trece largos kilómetros de espectaculares acantilados y un importante punto de referencia geológica. El parque natural de Pagoeta, en Aia y Zarautz, por su parte, tiene una extensión de 2.910 hectáreas y posee un relieve muy abrupto, con fuertes diferencias de altitud. En ese mismo parque, además, se encuentran, entre otros, el parketxe Iturraran, con su jardín botánico contiguo o las importantes huellas prehistóricas que alberga dólmenes (Otagain, Olarteta, Zaingo), túmulos (Muzin, Arreta…) y yacimientos en diferentes cuevas (Erratia y Amalda en el valle de Alzoralas).

En Zarautz, asimismo, se sitúa el biotopo de Iñurritza, caracterizado por su singular paisaje dunar, y ubicado cerca de otros ambientes típicamente costeros, como los acantilados o la costa rocosa. Por último, merecen especial mención las playas de la comarca, que son una auténtica maravilla para los habitantes y visitantes. Entre ellas, la larga y extensa playa de Zarautz, la de Antilla en Orio, las de Malkorbe y Gaztetape en Getaria y las de Itzurun y Santiago en Zumaia. No te vayas de Urola Kosta sin visitar la ermita de San Telmo en Zumaia, una valiosa joya junto al mar.